No creo que tenga precedente en la historia de este todavía país el que un lema de una manifestación que rezara "Por la paz, contra el terrorismo" fuera objeto de división, discusión, lapidación y, para los ciudadanos de a pie, estupefacción.
Parece que ni el PP ni la AVT ven en la convocatoria de UGT, CCOO y la asociación de inmigrantes ecuatorianos, nada digno por lo que acudir, y han arremetido contra el Gobierno, contra las manifestaciones, y contra todo lo que se menea a menos de cien metros del PSOE.
Y es que no puede ser para menos, dado el caracter de la oposición que hemos sufrido en este país en los últimos tiempos, que más parece la oposición de Gila o el chiste aquel del conduce por la M-30 y escucha en la radio: "cuidado, hay un conductor suicida conduciendo en dirección contraria por la M-30", y grita: "Uno no, todos!"
Y así estamos en este país, donde desde hace un tiempo hay dos bandos enfrentados como si estuvieramos a la víspera de una guerra civil, con los nacionalistas y los rojos peligrosos de un lado, y la derecha por otro, donde ni el más sensato de los lemas, la más compartida de las voluntades, es capaz de ponerles, si no de acuerdo, por lo menos sí detras de una misma pancarta. Y lo demás son excusas.
Y es que uno es un anticuado, y sigue pensando que cuando los que matan lo hacen, los que tienen que estar unidos son los que no matan, más allá de las políticas concretas de cada uno, más allá de que estemos de acuerdo en qué hacer con el problema en cuestión. Pero parece que la moda ahora es otra, y vale más un voto que un muerto, y así estamos, entre reproches y zancadillas, abocados a vivir los nuevos tiempos.
Por la Paz, contra el terrorismo. Que alguien me explique qué es lo que tiene de malo...
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