Sergio Algora
Ha muerto un genio. Un artista renacentista no hecho para los tiempos rápidos que vivimos, un poeta de la vida y una vida llena de poesia; atrás quedan las noches, las borracheras y los conciertos que compartimos, aunque sus canciones quedan para el presente y para el futuro, un futuro menos bonito, menos hermoso.
Quizás se ha ido con su angel guardia, cansado de poner su debil corazón a disposición de un mundo no preparado para la poesia, acostumbrado a los tonos, politonos y artistas prefabricados; quizás se ha ido adonde se van los genios una vez que han dejado la huella que han querido dejar en este mundo...
Sergio, ahora... feliz feliz.
Descansa, amigo.